Quitridiomicosis. La gran amenaza de los anfibios.

El hongo Batrachochytriun dendrobatides. Es el causante de la desaparición de los anfibios.

 Los anfibios de todo el mundo se encuentran en una situación desesperada. Han habitado el planeta desde hace millones de años y se enfrentan ahora a una amenaza en forma de enfermedad infecciosa que los está esquilmando a una velocidad asombrosa. Más de un tercio de las casi 7.000 especies de anfibios conocidas del planeta están amenazadas con su desaparición. Por si esto fuera poco, más de 250 especies se consideran ya completamente extinguidas en la naturaleza. Estas cifras son extremadamente preocupantes, y es que dentro del reino animal y los vertebrados, ninguna otra clase afronta un declive semejante al que se enfrenta los anfibios. Todo esto ha hecho que científicos de todo el mundo se pongan manos a la obra, e intenten determinar las causas de los numerosos episodios de mortandades en masa que se han sucedido durante los últimos años en los cinco continentes. Y al mismo tiempo se están intentando encontrar soluciones a este gravísimo problema, cuya transcendencia afecta a toda la biodiversidad del planeta.

A pesar del corto periodo de tiempo que ha pasado desde el descubrimiento de la nueva enfermedad que está matando a los anfibios, los ya abundantes estudios que se han llevado a cabo han conseguido dar algunos frutos. El causante de estas amargas desapariciones, que no es otro que un hongo denominado científicamente Batrachochytrium dendrobatidis (Bd). El problema es tan grave, y tiene repercusiones tan serias, que la Organización Mundial para la Sanidad Animal (la antigua Oficina Internacional de Epizootías. OIE), ha incluido la enfermedad que produce este hongo en los anfibios, denominada quitridiomicosis, en su lista de enfermedades de declaración obligatoria, convirtiéndose así en la primera enfermedad en ser introducida en esta lista por la gran amenaza que representa para la biodiversidad del planeta.

Además de la etiología de la enfermedad, se siguen descubriendo distintos aspectos de la misma. Los equipos de investigación de todo el mundo trabajan a contrarreloj, y por ejemplo, se ha conseguido descifrar la manera en la que este patógeno acaba con la vida de las especies de anfibios susceptibles. El hongo invade un órgano tan sensible e importante en estos animales como es su piel, alterando el equilibrio iónico y desencadenando un paro cardiaco. Gracias a todas estas investigaciones también conocemos mucho sobre la distribución de este hongo quitrídio, así como sobre los factores que favorecen su crecimiento y su incidencia. A la par, se ha secuenciado el genoma del hongo, y ya se han descubierto tres distintos linajes, diferentes genéticamente, y que presentan distintos grados de virulencia.

Epidermis de un sapo muerto por quitridiomicosis en el que se observan los tubos de descarga de los esporangios de B. dendrobatidis. Microscopio electrónico de barrido.
Jaime Bosch. S.O.S. Anfibios.


España es uno de los países que más está contribuyendo al conocimiento de esta enfermedad y del patógeno que la produce, y participa activamente en diversos proyectos de investigación con instituciones de todo el mundo. Uno de esos proyectos es el llamado «Proyecto Cero», financiado y respaldado por la Fundación General CSIC, en el que participan instituciones de gran prestigio, como el Imperial College de Londres, la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). Como parte de este Proyecto Cero, se está estudiando la enfermedad a nivel epidemiológico, con la intención de crear modelos que en el futuro sean capaces de predecir la evolución y la distribución de la misma, y conocer qué especies de anfibios pueden verse afectadas en mayor medida. Así, si conocemos que especies pueden presentar mayor riesgo, podremos dedicar los escasos y limitados recursos disponibles en tratar de conservarlas.

Como apoyo a todos estos estudios, que intentan ampliar nuestro conocimiento acerca de la enfermedad, durante estos años se han puesto en marcha en todo el mundo, programas de conservación y cría en cautividad de las poblaciones o especies más amenazadas. Sin embargo, dada la rapidez con la que el hongo se ha distribuido por todo el mundo, y la cantidad de especies que están en peligro de extinción, el tiempo corre en contra de los anfibios. Recientemente, la comunidad científica se ha dado cuenta de la necesidad de enfocar este gran problema con una nueva perspectiva, tratando de combinar los programas de cría en cautividad, con la implementación de distintas estrategias de mitigación de la enfermedad en la naturaleza. Así, el objetivo de este nuevo planteamiento sería comenzar ya a combatir los efectos de la enfermedad directamente en poblaciones de anfibios en libertad, aunque aún no seamos capaces de erradicar el patógeno del medio. El Proyecto Cero que lucha con la quitridiomicosis ha dado un paso al frente, en este sentido, y se ha convertido en un proyecto pionero a nivel mundial, intentando paliar los devastadores efectos que la enfermedad tiene en los anfibios en su medio natural.

Sapo partero mallorquin muerto por quitridiomicosis en un torrente de Mallorca. Jaime Bosch.



De este modo, el Proyecto Cero desarrolla su vertiente de mitigación experimental en distintos puntos del territorio español, concentrando sus esfuerzos en las especies europeas más susceptibles a la enfermedad: los sapos parteros del género Alytes. Una de estas especies, el sapo partero común, Alytes obstetricans, fue precisamente el triste protagonista del primer brote de quitridiomicosis descubierto en Europa, en el Parque Natural de Peñalara en Madrid. Para intentar alcanzar el objetivo de la mitigación de la enfermedad, hemos comenzado a combinar el tratamiento de los animales con fungicidas (mientras están en su etapa larvaria), con la aplicación de diversas actuaciones sobre el medio que ocupan estos (el medio acuático). Para estas actuaciones, se han seleccionado distintas localizaciones de la geografía española, situadas en diferentes áreas de Mallorca, Zamora, Málaga y Teruel, con el objetivo de intentar erradicar el hongo de las mismas o, por lo menos, disminuir de forma significativa la carga del hongo para que las poblaciones infectadas no lleguen a desaparecer. En Mallorca, por ejemplo, ya hace dos años se realizó, el que fue a nivel mundial, uno de los primeros tratamientos de la enfermedad directamente en la naturaleza. Se recogieron y trataron contra la enfermedad todas las larvas de sapo partero mallorquín, Alytes muletensis, de una localidad entera, siendo devueltas a su charca de origen tras haber secado esta. Se comprobó entonces que, aún sin haber llegado a desaparecer, la carga del hongo quitridio de la población había descendido notablemente. En Málaga, otra de las áreas de trabajo del proyecto, y en estrecha colaboración con David García del Zoo de Fuengirola, estamos investigando distintas concentraciones de fungicida para tratar larvas de sapo partero bético, Alytesdickhilleni, y también estamos evaluando el aumento de la temperatura del agua como método alternativo para eliminar el patógeno. El aumento de la temperatura consigue mejorar la respuesta inmune de estos animales de sangre fría (poiquilotermos) y, al mismo tiempo, representa un ambiente poco propicio para el hongo, que muere a temperaturas elevadas. En Teruel, sin embargo, en colaboración con el Servicio Provincial de Teruel de Medioambiente del Gobierno de Aragón, estamos utilizando sobre el terreno estrategias de mitigación más arriesgadas, como el secado temporal de los puntos de agua que albergan poblaciones infectadas. Afortunadamente, el hongo patógeno no posee ninguna forma de resistencia a la ausencia agua, por lo que no puede sobrevivir en un medio completamente seco. Sin embargo, incluso en medios sin presencia de masas de agua, los anfibios adultos pueden sobrevivir enterrados en contacto con la escasa humedad ambiental y, con ellos, también los hongos patógenos que hayan conseguido colonizar su piel. Por ello, en algunas localizaciones, además del tratamiento de las larvas infectadas que se encuentran en el agua, también estamos precediendo al vallado de las masas de agua para evitar que los ejemplares adultos entren en contacto con dicho elemento.

El Proyecto Cero sobre mitigación de la quitridiomicosis se encuentra actualmente en pleno desarrollo. Complementando la aplicación de estas estrategias de mitigación, también se realizan investigaciones sobre los distintos componentes proteicos que poseen los anfibios en su piel, y que les ayudan a mantener a raya a los patógenos indeseables. Así, también hemos comenzado estudios que tratarán de caracterizar la respuesta inmune de los anfibios frente a la enfermedad, buscando conseguir algún tipo de resistencia contra la misma. Además, estamos ensayando posibles procesos de inmunización, exponiendo experimentalmente a los animales a cepas del hongo que presentan una virulencia reducida. De esta forma, cuando los animales son posteriormente expuestos a cepas más virulentas del hongo, desarrollan infecciones mucho más leves, evidenciando el desarrollo de una respuesta inmune adquirida. Por desgracia, nuestras investigaciones también han demostrado la capacidad de recombinación genética que posee el hongo quitridio de los anfibios, por lo que este tipo de estrategias de mitigación de la enfermedad deben de manejarse con sumo cuidado.

Son muchos los esfuerzos que se están haciendo por parte de un gran número de investigadores en muchas partes del mundo. De la colaboración y el trabajo conjunto entre todos ellos, dependerá el éxito de esta difícil empresa. Esperemos que el resultado final sea alentador y consigamos salvaguardar la existencia de estos antiguos, aunque todavía desconocidos, animales en el planeta.

El articulo completo publicado en. LYCHNOS. Cuadernos de la Fundación General CSIC – Andres Fernández Loras, Jaime Bosch Pérez, Matthew Fisher y Trenton WJ Garner.

http://www.fgcsic.es/lychnos/es_ES/articulos/lucha-sin-cuartel-contra-la-quitridiomicosis-la-gran-amenaza-de-los-anfibios

Tambien en el enlace siguiente de la pagina web – Bicheando.net Herpetología para todos. De Alberto Gonzalez. Que tiene muy buena información Herpetologica.

https://bicheando.net/2019/06/batrachochytrium-10-puntos-clave-sobre-los-hongos-asesinos-de-anfibios/

En cuanto Aragón hace ya algunos años que se constato la presencia de esta hongo en algunos lugares del Pirineo. Como el Ibón de Piedrafita. Tambien y por lo comentado en el articulo su presencia tambien en la provincia de Teruel. Estara extendido por muchos sitios. De ahí para los que nos dedicamos a prospección de anfibios, etc. Extremar los cuidados, paro no contribuir a extender la enfermedad.

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